Retenciones
Progresivamente los saberes de una sociedad se van ampliando. Hace ya más de tres décadas los argentinos fuimos expertos en tablitas, bicicletas financieras y el ominoso déme dos vía Miami en tanto otros argentinos desaparecían. Años más tarde, durante la guerra de Las Malvinas, nos hicimos conocedores de los secretos más recónditos del armamentismo militar. Supimos acerca de la característica de los Exocet, de misilística, táctica, estrategia, del vuelo vertical de los Sea-Harrier y del alcance y autonomía del Pucará. Poco o muy poco de la geografía de las islas, apenas el resabio de algunos relatos. Posteriormente, con Alfonsín, fuimos duchos en inflación, deflación, hiperinflación y otros cálculos numéricos de las variables económicas. En el 2001 tuvimos oportunidad de conocer acerca de la multifunción de las cacerolas, del corralito financiero y del valor del papel moneda según la región del país. Hoy parece que nuestros intereses pedagógicos están orientados al saber agropecuario y rural.
Cada crisis –y fueron muchas- nos encuentra comentando el curso de los acontecimientos bajo las garantías que nos brinda el método del aprendizaje veloz. En lugar de aulas o facultades, bares y oficinas. Escuchamos, repetimos, opinamos. Ocasionalmente discutimos, casi nunca debatimos. Lo cierto es que ninguna crisis nacional nos dejó sin verba. Desde hace unos meses hemos entrado en la currícula de la soja, perteneciente al módulo agropecuario. Ya sabemos de rinde, de cálculos en quintales, de retenciones y hasta podemos definir en chicos, medianos y grandes, según las hectáreas de producción. Estamos duchos. Tenemos el saber. Una expresión va a quedarnos de este ciclo autodidacta: pool de siembra. Acaso dos o tres vocablos más. No importa. Ya pasarán al olvido, como tantos otros. Aunque el valor de la palabra se retiene a un costo demasiado elevado, no hay aduanas para la memoria.
3 Comments:
Chicos, medianos y grandes, según las hectáreas... y el rinde por superficie y el régimen de lluvias y la distancia a puertos. Más allá del carácter liviano y pasajero de estos saberes, lo trágico es que no parecen articularse en ninguna acumulación inteligente. Pasan al olvido y la siguiente crisis da la impresión de inscribir sus nuevos términos en tábula rasa. Así tropezamos una y otra vez con la misma piedra en la medida que nos cambien su nombre.
Un placer leer acá. Abrazo.
El placer es al revés. Gracias. Me quedo con la expresión por demás elocuente que nos dice: "la siguiente crisis da la impresión de inscribir sus nuevos términos en tábula rasa. Así tropezamos una y otra vez con la misma piedra en la medida que nos cambien su nombre". Perfecto, tal cual. Abrazo en la lluvia.
El otro día escuché algo así como"todas las sociedades tienen crisis, lo que las diferencia es la manera en que las resuelven" a eso podría agregarse, la manera en que la relatan. El relato que predominará será el que tenga mas prensa, nunca el mas inteligente."a desalambrar....ja!
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