Masa básica
Cada tanto vuelvo a recorrer los ambientes de una novela austera, sombría, magistral. Bernhard Schlink la plasmó hace poco más de diez años y aunque en castellano (Anagrama) ya va por su undécima impresión, su primera tirada es de los noventa. Sin embargo, cada vez que abro las páginas de El lector tengo la misma sensación: la historia de Hanna y Michael pertenece a un libro anterior, antiguo quiero decir. Como si Schlink la hubiera calcado de un clásico, pero, también, como si la suya fuera una versión absolutamente original. Cuando la leí por primera vez sentí el mismo déjà vu: de libro conocido. Y no. O sí. Acaso porque en el imaginario de todos nosotros debe haber una memoria común, única, a la que de tanto en tanto recurrimos para no desapercibirnos. Con los libros debe suceder algo similar, algunos obran de antecedente para que otros logren desarrollarse tiempo después. Una masa básica, digamos, harina y agua, que luego tomará distintas formas y sabores aunque reconociendo un origen común. Seguir leyendo acá
23 Comments:
El autor tiene además tres novelas negras muy bien valoradas. Yo he leído la primera y es memorable.
Si es amena en el sentido tópico o más arcaico y está bien contada y escrita, y si al parecer habla y mueve tanto por ahí ¿ por qué no es " novela inteligente "?
Stiller
No es inteligente porque no establece una categoría de escritura, no impone una estrategia de lectura, no hay alardes lingüísticos formales (aun en su coloquial sencillez), ninguna pretensión subyacente: es límpida, hasta es amena. Oscura en su amenidad, pero amena. Ni limpidez ni amenidad parecen ser valores muy estimados en estos tiempos. "Los grandes novelistas son emocionales -repetía Graham Greene-, los grandes ensayistas son los verdaderamente inteligentes". Cuando dije inteligente a lo mejor quise decirlo entre comillas. Pero las evité. Abrazo Stiller.
Francisco: sí, claro, en ésta se salió del género. Schlink es juez. ¿Pero se salió tanto del género? En los interrogatorios del juez frente a las acusadas, que son cinco en total, se advierte su oficio. "¿Por qué no abrió usted la puerta?", insiste. Y allí la trama (de la culpa) progresa. Gracias
Gabriel, tenés razón: la emoción no se fabrica con normativas y manuales, mucho menos el talento para contarla. No leí esa novela pero sí un libro ( creo que posterior ) que se llama Amores en fuga. Todos los relatos son impecables, pero hay uno llamado El otro que supera muchísimo a la mejor Pasta Frola.
Y sí, parece masa básica: la culpa, la desorientación, el descubrimiento y otras veces el peso de un pasado tremendo. Clásico y básico, como vos decís, harina y agua, pero con buena levadura.
Stiller
Stiller, gracias por el dato. ¿Te acordás de la editorial? Pasame el sello si lo sabés. No lo leí. Pastafrola de primera debe ser, seguro. Amores en fuga, confirmámelo. Abrazo.
Don Bañez no pude entrar a su post posterior, pero lo dejo el recado acá: muy bueno ese principio de Rolando, ponga mas mijo.
Rolodeacaballo
Voy a tener que leer más recetas de cocina ( por lo de pastafrola, digo)
Es de Anagrama. Acordate: El otro.
Stiller
Se agradece el dato, Stiller. Un abrazo. La pasta frola es para cortar.
Siempre he asumido la marca de cada una de mis lecturas como un entrenamiento para lo que habrá de venir.
Saludos
ANDREA.
¿Pero corta con mayúscula?
Stiller
No, tenés razón. Con mayúscula no corta. Filoso, Stiller
Rolodeacaballo, se agradece. Voy a mandar segunda encomienda al puestero de abajo. Tenga mano y pacencia, paisano.
Tuve un muy buen maestro.
Stiller
Stiller, ¿no será al revés?
De ningún modo.
Stiler
Stiller, te olvidaste de una consonante. Fijate.
Qué desastre las consonantes. ¿ Un ataque de purismo? ¿ Qué está pasando, magister?
Stiller
Stiller, son taras que uno tiene.
No te preocupes. Algunas taras no dañan.
Stiller
Y algunas ausencias, como la de las consonantes, tampoco. Son carencias nada más.
Stiller
A mí, y a un puñado de lectores con los que comparto desde hace unos años un club de lectura, "Der Vorleser" (no lector a secas, sino lector como lo fueron los primeros de la historia, como sólo aceptan los textos genuinos, y como lo entiende esa acepción alemana: "lector en voz alta para el otro") nos pareció un fenómeno exactamente opuesto, un negativo de lo que desgraciadamente acostumbra a pasar con muchos libros: meros best seller que se disfrazan de literatura.
El libro de Schlink es exactamente lo contrario. Tenido por algo simple, es sencillo (muy distinto) pero, para algunos, como el que suscribe, verdadera literatura.
Por esa razón, porque ya acumulaba ganas hace tiempo, y eso mismo, Tiempo, conseguí por fin, después de verte comentando aquí y allá en algunas de mis bitácoras favoritas (sobre todo en El Síndrome Chéjov), he podido leer con calma tus letras.
Desde ya mismo tienes un enlace en mis "alas" y uno especial a esta entrada en mi "zapping".
pd: observo que al darle a ese "acá" para seguir leyendo los textos, se abre otra versión de tu bitácora, sin comen tarios, etc., lo que hace un poco farragoso comentar. Supongo (dame la colleja si toca) que ya sabes que puedes abrir, expander o resumir los textos en la misma página. Si te puedo echar una mano, no lo dudes. Si huelga, agacho la cabeza y dame :-P
Sergi: coincido plenamente con tu apreciación sobre el libro de Schlink. Anduve por tu blog, gracias por el enlace, será recíproco.
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