Juntos son de terror
Sobre Fantasmas, la última novela de Chuck Palahniuk
¿Puede haber algo más egocéntrico y patético que un escritor? Desgraciadamente sí: un grupo de ellos. Juntarlos en un congreso o en torno a una mesa puede ser problemático, pero encerrarlos en un local y obligarlos a que escriban es por cierto un acto extremo. O quizá no tanto. A lo mejor es lo que se merecen: un poco de encierro y casi nada de comida. ¿Qué es eso de escribir? ¿Qué importancia puede tener una bella frase en medio de una sociedad como esta? Sin duda, nada más inocuo. Chuck Palahniuk lo sugiere con medias letras y fondo tétrico como homenaje. ¿Si los disciplina? En parte. Los fantasmas que pueblan el último texto volcado al castellano del creador de "El club de la pelea", una historia de rounds estresantes, exudan un poco de morbo, pedantería diletante y algo de estudiada paranoia para mostrarse diferentes (como si lo necesitaran). A lo que deben añadirse estimulantes, drogas, y un ensamble de clima gótico. Sexo también, es una partícula elemental.
Los vocacionales que pueblan Fantasmas (Mondadori), un texto armado con cartas de presentación (¿Quién no ha cometido alguna vez un puema?) deambulan declamativamente y dejan ver algunas zonas de su pasado. Pero son estáticos. El relato novelesco aparece "apuntado" y organizado en tramos. La selección de aspirantes perpetuos a la consagración se va alternando: cada uno con su voz, cada uno con sus taras.
¿A dónde va un lisiado emocional?
Palahniuk no podría haber imaginado mejor espacio para el conjunto: a un gran hermano; parodia del canibalismo mediático, ¿quién es capaz de sobrevivir con buena escritura? Un texto que tenga éxito, bien sabemos, es un texto con salida. Exit es la raíz semántica que lleva a las escaleras. ¿O son escaleras de Escher? No pueden pasar los quejosos. Los llorosos tampoco se soportan. Estos diecinueve aspirantes a la nada maduran en una supuesta carnicería intelectual con demasiada escenografía. ¿Querés ser escritor? No gimotees por el camino, no te conviertas en sufridor ejemplar, tené cuidado con las asociaciones (De dioses, hombrecitos y policías, del injustamente olvidado Humberto Costantini, pincha y poeta, es un lindo antecedente de estas sociedades) y, claro, no te encierres demasiado. Lo último: evitá cualquiera de estos consejos.
5 Comments:
El tema da para mucho, desde luego. Y a veces pienso que da para nada hablar de escritores. Encerrados todos juntos - conociéndolos, como los conozco bien a unos cuantos - debe de despedir la estancia un olor mefistofélico.
Mefistofélico es exacta palabra: Palahniuk se vale del género de terror para, frame-stories mediante, trazar un cuadro bien tétrico. Sin embargo, ese "da para nada" es sabio, Francisco.
La leí y es un bodrio, algunos cuentos me gustan, pero ahi nomas.
Daniel
Ahí nomás es a veces suficiente para un libro. Ahí también. Nomás un abrazo, Daniel.
Fantasmas es lo peorde Palahniuk, mejor que lo adapten. En el cine es groso.
Vercingétorix
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