<

Cisura

Cultura

Octubre

EL CURANDERO

PAREDON PAREDON

VIRGEN

LOS CHICOS DESAPARECEN

LES ENFANTS DISPARAISSENT

http://photos1.blogger.com/blogger/2389/2951/1600/LE CIRQUE NE MEURT JAMAIS

HECER EL ODIO

GONDOLAS

HECHO A MANO

EL CIRCO NUNCA MUERE

EL CAPITAN TRES GUERRAS FUE A LA GUERRA

HACER EL ODIO

30 octubre, 2008

Sexisma


Ya está en Diputados de la Nación el proyecto de ley del “lenguaje no sexista” de la senadora justicialista por Mendoza María Cristina Perceval. Es un avance en materia de discriminación. El proyecto fue aprobado por unanimidad en el Senado a fin de promover el uso de un lenguaje en la administración pública que “tenga en cuenta la presencia, la situación y el papel de las mujeres en la sociedad, tal como ocurre con los varones en la práctica lingüística actual”.
No es poca cosa. Gracias a la iniciativa, ahora los expedientes y documentos públicos deberán decir “empleada” y no “empleado”. Según el documento que acaba de aprobarse en la Cámara Alta, sexismo es el “establecimiento de un ‘deber ser’ para cada sexo y consiste en comprender que existen conductas o características humanas más apropiadas para cada sexo”. Ya, entonces, las diputadas o senadoras que integren alguna comisión no podrán ser llamadas “miembros” sino “miembras”, con a bien clarita. Tampoco deberemos hablar de integrantes, sino, claro está, de integrantas. Aunque nos olvidemos de los genéricos del lenguaje –deberíamos suprimirlos, por machistas- la Humanidad entonces, para no caer en feminismos, debería pasar a llamarse -a pesar del neutro-, el Humanidad. Seguiríamos con la Tierra, el Tierra (para empezar a poner a la Globa Terráquea en su sitio exacto); el hombre, la hombra; el ser, la sera y, claro, el individuo, la individua. Esto, por supuesto, sin contar los participios activos que hacen que un militante se convierta en una militanta o un amante en una amanta.
La senadora mendocina debe ser, sin duda, una amanta del lenguaje no sexista. Y en su desvelo sufrienta por evitar las odiosas discriminaciones ha empezado por la esencia de la cosa. No importan tanta las cuestionas menoras de segregación laboral, violencia familiar, violaciones, miseria o abusos tantas, sino cómo manejar las formas. ¿De dónde asimilará la maquillaje lingüística la senadora? Vaya uno/una a saber.
Según la iniciativa, se prevé también la redacción de un manual de estilo. O estila. Como sea, es tranquilizador que nuestros representantes y representantas –así como los de las provincias y provincios- estén abocados/as al tratamiento de tan cruciales y crucialas temas/os. No por nada/nado se les paga lo que se les paga/pago.

13 Comments:

Blogger Cinzcéu said...

Me parece muy bien que los documentos públicos digan “empleada” y no “empleado”... cuando refieren a una empleada. Y su recíproca: queda tan fulero poner "el empleado Marta Pérez" como "la empleada Carlos López"; también "el pelotudo de la diputada ése", etc.
Una abraza.

4:21 a. m.  
Blogger Marta said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

8:36 a. m.  
Blogger Gabriel Báñez said...

cinzcéu, otra. No puedes con tu genia, hombre.


marta, gracias por la entrada. gracias por el esmero en la respuesta. Coincido en todo, salvo en esto: creo más en las leyes del lenguaje que en las que dictan los senadores. Eso apenas.

4:26 p. m.  
Blogger Cinzcéu said...

Hay quienes no comprenden la naturaleza sociohistórica del lenguaje o bien quieren subvertirla por dictamen de una legislatura. Y ahora que lo pienso en clave ultramachista: ¿por qué denominar "la legislatura" o "las cámaras legislativas"?, ¿acaso los términos no marginan la representación masculina?
Por supuesto que Marta María es profesora y no profesor, pero cuando se refiere al colectivo se dice "los profesores" o "el profesorado", del mismo modo que se dice "la ciudadanía"(tremendamente femenino) al conjunto de los ciudadanos o "las partes" a varones o mujeres en conflicto de intereses.
Yo nunca he sido "la locadora" ni "la locataria" sino el locador o el locatario y sin embargo he suscripto contratos de locación sin hacer bardo ni reclamar al Senado leyes acerca de lo no legislable.
Saludos y saludas y saludxs y salud@s.

9:20 a. m.  
Blogger Gabriel Báñez said...

Ay, cinzcéu, cinzcéu, el neutro ya te queda chico. Abracéu.

11:57 a. m.  
Blogger epg said...

Ay Dios, esta/e gente, que manera de darnos tela para cortar (recordando a tu madre modista), que manera de echar leña/o al fuega/o, que ganas de perder el/la tiempo/a... Y que se vayan a la caraja!
Saludos
Hernan C.

7:01 p. m.  
Blogger Gus Nielsen said...

¿La paja va a seguir siendo la paja? ¿O para nosotros pasará a ser el pajo? ¿El del mono? ¿El paje? No me queda claro.

12:23 a. m.  
Blogger Alicia Paroni said...

Yo no me haría tanto rollo por "la paja"...¿Qué van a hacer ustedes con "la pija"?
Y Marta, lo más lindo de la condición femenina es que podemos escapar, al menos en el goce, un poquito, al significante, a la palabra instituída, ya que no existe algo que nos nombre a todas porque no hay nombre para eso llamado ser mujer. Ojo: la pretendida libertad es lo que a veces nos masculiniza hasta El Masculinario más cruel.

11:16 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¡Qué problema para Marianito Closs!
¿Se pasará a llamara Marianita Class?. y ni hablar de Giecco con los Orozco ¿Yo los conozca?
¡Saludas maestra Gabriel!
Jorja de Godas

12:41 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ay, me van a perdonar, lindos, pero voy a responder.

CINZCÉU, "las cámaras legislativas", en femenino, no discriminan a los hombres porque no se refieren ni a hombres ni a mujeres, se refiere a la palabra "cámaras", de género femenino, no a los seres que las ocupan. Y fíjate que digo "LOS SERES" y no pretendo decir "LAS SERES" porque seres es una palabra masculina independientemente de a quien nombre. Explicar esto como si fueras un niño del kinder me parece mucho. Estoy de acuerdo con Marta, que para nada se muestra extremista, sino lógica. No se trata de cambiar tooooooodas las palabras del diccionario, no seaos pelotudos, se trata de poner en femenino aquella palabras que tienen variación de género, la doctora, la mecánica, la ingeniera.
Lo de menos es legislar o no legislar el nombre, lo que hay que hacer es usar esas palabras en femenino. la lengua la hace el hablante.
Olé, Marta. Has dado una lección de respeto al hombre y a la mujer y de conocimiento de la causa feminista.
Besos, Pau.

8:14 p. m.  
Blogger 1+ said...

Increíble que se puedan generar discusiones supuestamente serias por en esta pavada (hablando de pavada: ¿las adolescentes –perdón, adolescentas- pasan por la edad de la pava en lugar de la del pavo?)

Marta María López: las palabras que son aptas para "tener marca de género" (no se dice así, pero te cito) son utilizadas de ese modo desde siempre (por ejemplo: el enfermero o la empleada) y eso ocurre por puro y simple sentido común, sentido éste que desde ya no es materia legislable. El problema es que además de intentar legislar lo ilegislable se pretenda hacerlo asesinando al idioma. La mujer que preside es presidente y la que rige es regente, del mismo modo que la que reside es residente. A la inversa, vos misma apuntás una aberración que resulta muy útil como argumento: el modisto. El hombre que se dedica a la moda es, sin duda, un modista, y si es bueno es su profesión tal vez llegue a ser considerado un artista, no un artisto. También tenemos a quienes juegan al fútbol (deporte bien macho, digamos) y son futbolistas, y al día siguiente comentan su actuación otros hombres que dicen ser periodistas. Por cierto, todos ellos suelen ser machistas...

Saludos, Gabriel.
(A propósito: ¿por qué Pau se despedirá dándose besos a sí misma?)

9:36 p. m.  
Blogger Gabriel Báñez said...

El humor es un masculino que permite la sonrisa, por el género no lo reconoceréis, pero, sin embargo, en las entretelas asoma. El sexa, digo. Un saludo modista a todos/as, las debidas gracias y, por favor, no se roben las tijeras.

8:29 a. m.  
Blogger Marta said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

2:37 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home