El museo de los esfuerzos inútiles
En uno de sus más logrados textos, el poeta y ensayista mexicano Gabriel Zaid habla sobre Los demasiados libros. Con este sencillo título el escritor alude tanto a la inutilidad del libro como objeto de exhibición del saber (del enciclopedismo a los Círculos de Lectores), como al concepto libro en tanto ícono de prestigio cultural. Pero Zaid va un poco más allá. Se toma algunos tramos del ensayo para hablarnos de un hecho sintomático de estos tiempos: la pasión expositiva de muchos por convertirse en escritores antes que en lectores. Ecuación de la modernidad que expresa un desplazamiento histórico: de refugiarse en la lectura al muy actual encanto de mostrarse, ser leído. Se prefiere escribir cualquier cosa antes que la tarea y el placer intelectual de leer a otros. Seguir leyendo acá
14 Comments:
Reflexivo texto.
Lo imprimiré.
Me despido para leer, porque es lo que me gusta.
Leer.
Abrazo invernal.
Graciela.
Leer, por lo pronto, es una actividad posterior a la de escribir: más resignada, más civil, más intelectual.
¿Publicador, autor, editor? Usté qué es, ¿dónde se pone?
Graciela, gracias por la visita. Verano pleno acá.
jlb: ¿"por lo pronto" no es anterior? Me parece muy cierto lo que decís: "más resignada, más civil, más intelectual". Sin duda. En el post omití citarte, sanción ex biblis para mí. Abrazo laberíntico.
Carmino: es cosa tuya. Yo me saco el saco y me pongo el pongo.
Juaaaa, hace algunos años con un amigo que es escritor de los que publican se intentó elaborar un Museo de los esfuerzos inútiles, por eso la risa. El ejercicio inició siendo colectivo y hoy ya parece ser propio de reuniones clandestinas de dos o tres. Pero de ahí ya salieron dos premios de literatura en mi país. Ahora sí el comentario: mi punto es que, sin importar el cuento aquel de las publicaciones y los tala árboles ni cuántos libros se lee uno a la semana, hay que escribir. Un escritor no sólo se define por lo que lee, se define por lo que escribe. Esa labor de escritura tiene que venir acompañada de lo que mi amigo llama el detector de mierda (perdón por la palabra pero esa es) que le indica a un escritor cuando su obra no debe salir del museo, para eso también están las lecturas de otros amigos. De los textos en el museo sólo verán la luz muy, muy pocos, pero en el museo se tendrán siempre recursos de escritura, trabajo, disciplina y sobre todo oficio, que es otra cosa que debe definir a un escritor.
Yo no lo pongo en ningun lado entonces
Mazo, está bueno lo del detector. Y es cierto lo de la complementariedad entre lectura y escritura. No sé, en cambio, si hay tanta diferencia entre salir o quedar en el museo. Lo que sí creo es en el ejercicio del placer: el de la lectura y el de la escritura. Ese principio tiene siempre un tiempo presente, lo que devenga no importa tanto, creo. Abrazo, amigo.
carmino: mejor, así me puedo seguir encontrando.
Cómo es pathetic. Él comió como un ser humano grueso que el comería. Como una mitad libra de tocino cada mañana -- no incluyendo la salchicha y los huevos él comió.
Ja, ¿Cómo me comí los signos de interrogación? "Pathetic". Culpa de la salchicha mal elaborada que los tiene en el relleno.
Don Báñez, no coma embutido en mal estado que después anda repitiendxo los acentos
Rolo
Gabriel me gusta el giro de tus posts y las notas en rizomas que haces.
BM
Rolo,si sos el deacaballo, no more.
Bárbara, Gracias por la visita. ¿En rizoma? A lo mejor, ni idea. Algunos posts están conectados abajo, no sé...Lo estoy pensando. Abrazo rastrero.
La vanidad, la fama efímera (o eventualmente inexistente y anaquelera), los 15 minutos de Warhol devenidos en los minutos que la imprenta tarda en procesar un libro, al fin de cuentas todo lo anterior es superfluo si es que la vocación de lector se extingue. Sean joyas o bagatelas los multiples volúmenes sin lector son inútiles como cenicero de moto.
Un saludo y un abrazo!!
Alvaro, muy cierto: todo se extingue, la llama surge de la mano de los lectores. Abrazo, amigo.
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