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EL CAPITAN TRES GUERRAS FUE A LA GUERRA

HACER EL ODIO

28 marzo, 2007

Cristóbal Colón era negro

A propósito de la polémica con ciertas palabras en el Congreso de la Lengua

Una maestra contaba hace un par de meses lo que para ella fue una anécdota inolvidable en el aula: puestos a dibujar y colorear a Colón con las tres carabelas en su llegada a América, uno de los alumnos dibujó un Colón negro. Ni mulato ni morocho, el Colón del pibe era negro carbón. La maestra lo llama y le pregunta por qué lo había dibujado de ese color. El chico, muy sensatamente, le responde: "Porque Colón era negro". La mujer vuelve a la carga para saber de dónde había sacado semejante disparate y el pibe, muy suelto de cuerpo, le contesta que del libro de texto. "No puede ser", dice ella. El chico saca el libro, busca la página, y le lee: "Cristóbal Colón, ese oscuro navegante genovés..." Seguir leyendo acá.

19 marzo, 2007

La trinchera de Teresa en Malvinas



Con la madre que todavía espera a su hijo "muerto en combate"

A 25 años de Malvinas, mientras en Londres se llevan a cabo los actos de conmemoración a los caídos en la guerra y la memorabilia de los ingleses se anuncia en forma de monedas y merchadising, en Abasto, una pequeña localidad semi rural cercana a La Plata, Teresa Gamalero de Hornos guarda una secreta e íntima convicción: que Carlos Alberto Hornos, su hijo, regrese con vida del frente. Un cuarto de siglo después, la crónica de Teresa en la trinchera.




Teresa Cristina Gamalero de Hornos, madre del soldado Carlos Alberto Hornos, guarda todo lo de su hijo: pantalones, medias, calzado, fotos, cartas y camisas limpias y planchadas. Cada cosa la acomoda escrupulosamente en un placard, en bolsas de nylon, debajo de su propia ropa. A los tantos meses repite el procedimiento: saca, lava, plancha y ordena con secreta prolijidad. Luego vuelve a guardar. Es una ceremonia tan íntima como prevenida. Su hijo cayó en combate el 13 de junio de 1982, pero el telegrama le llegó tres días después, el 16 de junio. Las pertenencias de Carlos Alberto son para persistir, no se desprende de ellas por nada del mundo. Pero no las atesora como si fueran parte de un recordatorio, tampoco para tenerlo más cercano y presente. Al contrario. "Las guardo para cuando él vuelva", dice con serena convicción. Seguir leyendo acá

15 marzo, 2007

Escritura antes que literatura

Entrevista de Cristian Vázquez acá

14 marzo, 2007

Rubias no tan tontas

A propósito de Rubias peligrosas, de Jean Echenoz


"Parece que existe en las rubias peligrosas una profunda conciencia de su particularidad. Esta sensación de ser especiales, de constituir el producto de una mutación, un fenómeno genético y hasta una catástrofe natural, puede incitar a una puesta en escena de sí mismas". Seguir leyendo acá.

09 marzo, 2007

El tabaco mata

Encendido por telespejo.blogspot.com


El plagiador se acerca al libro -con la mente en blanco por supuesto- y se imagina su frase predilecta: "Quiero encender un cigarrillo"
El plagiador enciende un cigarrillo.
Púchica, creo que mejor iré a revisar mis textos. No me gustaría que en el futuro me acusaran de promocionar el enfisema de Sergio Di Nucci.

08 marzo, 2007

Mujeres

En abril van a ser cinco años que Susana del Valle Trimarco de Verón busca a su hija Marita, secuestrada en Tucumán en el 2002 por una banda dedicada a la trata de blancas, eufemismo que incluye a trigueñas, morochas, rubias, negras, amarillas, lo que sea. Son mujeres. Hoy es el día internacional de la mujer. A Susana del Valle Trimarco de Verón la distinguieron en EE.UU. con el Premio al Coraje. Lo hizo Condoleezza Rice en nombre del Departamento de Estado estadounidense. También otras once mujeres fueron premiadas, seis de ellas de Afganistán e Irak, países prolija y étnicamente bombardeados y ocupados por el gobierno que representa Rice. Suerte y coraje que se salvaron. Pero son un grano de arroz estas mujeres. Hay miles, millones. En nuestro país una buena franja convive sin cucardas con la miseria, ahora el dengue, la inseguridad (esa infamia mediática creada por el periodismo), la violencia familiar, el paco para sus hijos, el travestismo de la clase dirigente, el machismo de reliverán, los controles remoto y el boludismo de gran hermano en el aire. El rating es para éste último, obvio. Nadia es una mala mujer, perversa. Así le fue. Susana del Valle Trimarco debe serlo también, tuvo que prostituirse para indagar acerca del paradero de su hija. ¿Madre puta? Horror. Brecht ni se enteró: hasta no faltó el grácil idiota que, micrófono en mano y después de algunas vueltas, intentó sonsacarle qué había sentido en ese trance. La mujer no dijo nada. Lástima: un vibrador en el cerebro debería haberle colocado. A propósito: en nuestro país está de moda entre las mujeres el activia, para el tránsito lento. Dicen que da efecto. Si no da, activia te reintegra. O sea que se puede reclamar, pero hay que llevar las pruebas. Algunas noticias nunca se terminan de digerir. Otra muy decisiva: una de las gentiles viudas de Bolaño se mostró preocupadísima por la trivialización y el consumo de la obra de su cadáver favorito. Horror 2. Está que arde la polola. La estampa con el santito chileno se le escapa al tiro de las manos. La capilla ardiente de esa otra mujer queda en cambio en la Quinta avenida, entre Versace, Ralph Lauren y Louis Vuiton. Una militante. El sometido de Arjona sigue cantando "Mujeres", tema que repite en cada presentación. Es por las encuestas y las extensiones. A Gaby mucho no le gustan, hace tres semanas le cambiaron el sexo en un hospital público de La Plata y ahora tiene pene. No es un tema que le interese. Maria Martha Belsunce espera lo mismo en el juicio oral: un cambio de caratula, todo por haber resbalado en el baño y haberse tropezado con cinco balas en la nuca. Ayer aparecieron nuevas voces en las grabaciones. Son de otras mujeres, dicen. Hay tantas que nunca sobran.

02 marzo, 2007

Cargando las baterías de orgón

No hace falta "ponerse las pilas", con cargar las baterías parece suficiente. Ahora, si uno combina organismo y orgasmo surge "orgón", la batería que a Wilhelm Reich (1897-1957) le valió el mote de charlatán en Estados Unidos. Antes había huido del nazismo. Años después de huir de la jauría nazi fue, nobleza obliga, el propio Partido Comunista el que lo estigmatizó. No hace falta explicar mucho: Reich fue un personaje que se interesó demasiado por la líbido, la represión sexual y las opresiones del individuo en el matrimonio y en la sociedad capitalista. Un maldito. Había colaborado con Freud y había hecho sus propias lecturas del materialismo dialéctico. Revolucionario y extraño a sus semejantes, sus libros conservan sin embargo un raro apasionamiento moral, difícil de encontrar hoy día. Cada tanto lo releo en uno de sus textos más fervorosos y espontáneos, Escucha, pequeño hombrecito, breve e intenso alegato que escribió en 1946 en forma de discurso. El libro está agotado, las palabras de Reich, lamentablemente, parece que no. Así empieza:
"Te llaman pequeño hombrecito, hombre común y por lo que dicen, comenzó tu era, la "Era del hombre común". Pero no eres tú quien lo dice, pequeño hombrecito, son ellos: los vicepresidentes de las grandes naciones, los importantes dirigentes del proletariado, los arrepentidos hijos de la burguesía, los hombres de Estado y los filósofos. Te dan un futuro, pero no te preguntan por el pasado."Tú eres heredero de un terrible pasado, tu herencia te quema las manos, esto es lo que tengo para decirte. La verdad es que todos: el médico, el zapatero, el mecánico o el educador que quieren trabajar y ganar su pan, deben conocer sus limitaciones. Hace algunas décadas, tú, pequeño hombrecito, comenzaste a penetrar en el gobierno de la Tierra; el futuro de la raza humana depende, a partir de ahora, de la manera como pienses y actúes. Pero ni tus maestros ni tus señores te dicen cómo eres y piensas realmente, nadie osa dirigirte la única crítica que te podría convertir en el inquebrantable señor de tu destino. Apenas eres "libre" en un sentido: libre de la autocrítica que te permitiría conducir tu vida como tú quisieras. Nunca te escuché quejarte y decir: "ustedes me promueven a ser futuro señor de mí mismo y de mi mundo, pero no me dicen cómo hacerlo y no me señalan errores en lo que pienso y hago"."Dejas que los hombres en el poder lo asuman en tu nombre, pero tú permaneces callado. Confieres a los hombres que detentan el poder, todavía más poder para que te representen, hombres débiles o mal intencionados. Y sólo demasiado tarde reconoces que te engañaron una vez más (...)"
Luego se pregunta en qué se diferencia un gran hombre de un hombre común: en que ambos son pequeños hombrecitos. "Sólo que el gran hombre sabe cuándo actúa y se comporta como un pequeño hombrecito, con mezquindad y egoísmo".