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http://photos1.blogger.com/blogger/2389/2951/1600/LE CIRQUE NE MEURT JAMAIS

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EL CAPITAN TRES GUERRAS FUE A LA GUERRA

HACER EL ODIO

21 septiembre, 2007

El circo nunca muere

Este relato tiene algunos años, fue premiado en el "Juan Rulfo" y posteriormente editado por Almagesto. Luego lo publicó en Francia Alfil Editions, con traducción de Erich Fisbach. Había quedado tildado en los borradores del blog, apenas lo inicié. Revisando la plantilla noté que nunca lo había subido. Lo hago ahora, sin corregirlo. Un poco recargado y envejecido, no importa, como está:


"Pienso en la muerte y pienso en el cielo porque cada vez que pienso
en la muerte pienso también en las estrellas"


(Emmanuel Bove)


Mc Cornick tomó el violín, contempló sin asombro el cuerpo malva de la muchacha, y dejó que la melodía llenara las pausas de una conversación siempre igual, anegada por los días y la rutina. Era junio y llovía.
El olor rancio del aserrín se había estancado junto a la casilla rodante y del sobretecho de entrada se escurría un rumor de agua y viento.
-En junio siempre llueve –dijo Mc Cornick apoyando el arco.
La muchacha estaba desnuda y rendida. Miraba el estampado azul de las paredes sin ninguna ilusión. Era muy joven, rubia y de cabellos lacios. Entre sus pechos espléndidos llevaba una medallita con la estrella de David fundida en oro puro. Mc Cornick la miraba con hidalguía. El mal tiempo arreciaba.
-Va a seguir lloviendo –insistió él.
-Hasta que cambie la luna –dijo ella.
Mc Cornick pensó entonces que hacía rato que no miraba el cielo estrellado. Conocía la humedad celeste de las madrugadas, pero había olvidado las noches. Todavía guardaba la costumbre de las funciones con el cielo de lona sobre la cabeza. Últimamente los sueños le decían que se iría a desfondar.
-Dame un beso –pidió ella.
El viejo se incorporó, apoyó el violín contra la puerta de la casilla, y se agachó junto a la muchacha. Seguir leyendo acá

18 septiembre, 2007

Escribir como si uno estuviera calvo

Cuando Marek van der Jagt publicó Cómo me quedé calvo (Tusquets), en su país se produjo un suceso de ventas. Rápidamente todos se preguntaron quién era este autor de Amsterdam que, en apenas dos meses, había convulsionado los círculos intelectuales de Holanda. Nadie lo conocía, y van der Jagt hacía lo imposible por seguir en el misterio. Llegaron muy pronto las traducciones de esta sorprendente autobiografía y la impostura terminó por develarse: Marek van der Jagt era el seudónimo de Arnon Grunberg (Amsterdam, 1967), un autor de cierto prestigio por dos novelas anteriores premiadas, pero sin demasiado reconocimiento del público. Seguir leyendo acá.

12 septiembre, 2007

En el mundo de la alta "cultura"

El buen funambulista y amigo que es Alvaro Loayza accedió al llano y anduvo rastreando flaquezas y deambulaciones. La iconografía pictórica con que Alvarex acompañó su reseña, vale aclarar, no significa que haya devorado el libro. Con "alta cultura" lo mismo: es perspectiva sobre el nivel del mar. Leer acá

09 septiembre, 2007

Conejos

Jorge de Godos es platense, tiene un libro de relatos (Hay un enano detrás del inodoro) y ha participado con sus cuentos en varias antologías. Escribe sobre "Conejos", pero no los de Updike. Los conejos que describe De Godos son más cercanos, viven en granjas, tienen altas y bajas e intentan eso llamado rehabilitación. Sabe de qué habla. Subo uno de sus últimos relatos: "Año electoral en la granja".


Leer el cuento acá.

06 septiembre, 2007

Teléfono desde Estambul

Estuve en contacto vía mail con mi amigo Pepe Maldonado, en Estambul; está allá desde hace seis meses. El Pepe Maldonado es un tipo alto, fornido, que escribe con alguna nostalgia sobre sus vínculos argentinos en tanto regatea vituallas en el Gran Bazaar. Cruzó el Bósforo, rezó en la gran Mezquita Azul y en los cafés de la costa Este de Estambul se dedica a escribir la novela del "Narguile mal donado", suerte de cronicón personal de sus experiencias en Turquía. Mientras pregunta cómo anda el equipo de sus amores, "Estudiantes de La Plata", pide que le manden señales de afecto desde la distancia o fruta, lo que sea. Pepe entró al mail por Orhan Pamuk, lector minucioso y nobel, y así nos vinculamos, de causalidad. Luego me escribió, quiso saber sobre el blog y le contesté. Leer acá, aunque no hay nada nuevo. Su teléfono de Estambul suele dar ocupado.