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Cisura

Cultura

Octubre

EL CURANDERO

PAREDON PAREDON

VIRGEN

LOS CHICOS DESAPARECEN

LES ENFANTS DISPARAISSENT

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HECER EL ODIO

GONDOLAS

HECHO A MANO

EL CIRCO NUNCA MUERE

EL CAPITAN TRES GUERRAS FUE A LA GUERRA

HACER EL ODIO

30 octubre, 2008

Sexisma


Ya está en Diputados de la Nación el proyecto de ley del “lenguaje no sexista” de la senadora justicialista por Mendoza María Cristina Perceval. Es un avance en materia de discriminación. El proyecto fue aprobado por unanimidad en el Senado a fin de promover el uso de un lenguaje en la administración pública que “tenga en cuenta la presencia, la situación y el papel de las mujeres en la sociedad, tal como ocurre con los varones en la práctica lingüística actual”.
No es poca cosa. Gracias a la iniciativa, ahora los expedientes y documentos públicos deberán decir “empleada” y no “empleado”. Según el documento que acaba de aprobarse en la Cámara Alta, sexismo es el “establecimiento de un ‘deber ser’ para cada sexo y consiste en comprender que existen conductas o características humanas más apropiadas para cada sexo”. Ya, entonces, las diputadas o senadoras que integren alguna comisión no podrán ser llamadas “miembros” sino “miembras”, con a bien clarita. Tampoco deberemos hablar de integrantes, sino, claro está, de integrantas. Aunque nos olvidemos de los genéricos del lenguaje –deberíamos suprimirlos, por machistas- la Humanidad entonces, para no caer en feminismos, debería pasar a llamarse -a pesar del neutro-, el Humanidad. Seguiríamos con la Tierra, el Tierra (para empezar a poner a la Globa Terráquea en su sitio exacto); el hombre, la hombra; el ser, la sera y, claro, el individuo, la individua. Esto, por supuesto, sin contar los participios activos que hacen que un militante se convierta en una militanta o un amante en una amanta.
La senadora mendocina debe ser, sin duda, una amanta del lenguaje no sexista. Y en su desvelo sufrienta por evitar las odiosas discriminaciones ha empezado por la esencia de la cosa. No importan tanta las cuestionas menoras de segregación laboral, violencia familiar, violaciones, miseria o abusos tantas, sino cómo manejar las formas. ¿De dónde asimilará la maquillaje lingüística la senadora? Vaya uno/una a saber.
Según la iniciativa, se prevé también la redacción de un manual de estilo. O estila. Como sea, es tranquilizador que nuestros representantes y representantas –así como los de las provincias y provincios- estén abocados/as al tratamiento de tan cruciales y crucialas temas/os. No por nada/nado se les paga lo que se les paga/pago.

27 octubre, 2008

Invasión USA



Alguna vez lo hicimos. Fue en la época de la colonia, cuando los Estados Unidos apenas se estaba consolidando como nación libre y sus fronteras no estaban del todo delimitadas. Luego las extenderían hacia abajo; años después –ya se sabe-, hacia todos lados. En ese entonces, sin embargo, el país del Norte atravesaba una profunda crisis social y política, con divisiones y luchas intestinas por el poder, y nadie o casi se percató de la magistral jugada histórica de los argentinos. Lo hicimos. No hay antecedentes pero lo hicimos: invadimos USA.
La ejecución estuvo a cargo de ese marino brillante y desconocido, ninguneado por el Billiken pero acaso más heroico e ingobernable que el mismísimo Guillermo Brown: Hipólito Bouchard. Las páginas de la historia pocas veces se han ocupado de él. O sí, pero lo han hecho desde un costado vergonzante, pudoroso. Lo cierto que Hipólito Bouchard, corsario con patente de corso, como corresponde etimológicamente (un cuasi pirata, digamos, que amarizó aquí por 1909), después de dar la vuelta a todos los mares del mundo desembarcó frente a Monterrey, en tierras de la Baja California, y bombardeó y sometió a españoles y norteamericanos con sólo dos fragatas, casi goletas: “La Argentina” y “La Chacabuco”. Dicen que fue una locura, que el patriota estaba chapita. Todo lo contrario: nuestro prócer nacido francés plantó bandera argentina y proclamó ese territorio como propio. Las pésimas lenguas afirman que saqueó, arrasó, produjo alguna matanza y algo más. Nada que ver. Fue en 1817, casi 1818, cuando la Fedex soportó y defeccionó ante la única invasión foránea a su territorio.
Pocos libros se ocupan de la patriada de Bouchard –tenido por demente y mal entretenido en la historia oficial-, apenas unas pocas novelas (bastante flojas, a decir verdad) y una crónica bellísima de Osvaldo Soriano. Casi nada. Sin embargo, HB fue un héroe. Trastocado, irreverente y de espíritu salvaje, hoy la ignorancia posmoderna hablaría sin duda de la bipolaridad de Bouchard. No importa. Lo cierto que en una tarde la Argentina invadió EE.UU. y allí, con algo de exitismo, flameó la gloriosa celeste y blanca. Porque pese a los defaults sigue siendo gloriosa, ¿no?
Leyendo los redundantes pormenores de la crisis norteamericana -salvar el salvataje para salvación universal-, recordé al maravilloso e ignorado Bouchard en su descomunal gesta. Pregunta de cajón que me vino al post: ¿y no se podría repetir la hazaña? ¿Es tan disparatada la empresa? Analizando: están tecleando, tienen más temores que certezas y por todos lados hacen agua. Momento óptimo. No es operación sencilla, pero sí factible. Aunque ya no hay goletas, queda un recurso: cambiarlas por containers. O valijas. En la avanzada, Delía y De Angelis. Moyano de contramaestre. Un poco más atrás, Moreno. Cobos de grumete y en la sentina, corazón del barco, Macri para que no se note. ¿Subirá Scioli? Puestos hay de sobra. Para que la gesta no pase desapercibida, Gelblung de cronista. Grondona en lo alto del carajo y Asís unos peldaños más abajo. Antonini Wilson lleva las valijas. Antes de zarpar, consultar a Lilita. La patria se los demande.

Hablando del asunto

Con Omar Genovese, fantasmático. Ver acá.

El curandero del amor

Del realismo mágico al político. Ericz, otra vez gracias. Ver acá.

26 octubre, 2008

"La vida es raspar"

Hernán, gracias. Ver nota de "La Gaceta de Tucumán" acá.

23 octubre, 2008

Estilo

“Una vez hablamos de ESTILO
y de cómo el estilo podía ser un enorme problema:
el estilo siempre alberga el peligro de convertirse en una prisión,
en una sala de espejos
donde lo único que haces es reflejarte a ti mismo e imitarte.
Yohji era muy conciente del problema.
Naturalmente, él también había caído en la trampa.
Decía que no volvería a caer
porque había aprendido a aceptar su estilo.
La prisión cedió de repente a la enorme libertad.


Esto es para mí un autor.
Alguien que tiene algo que decir
sólo porque sabe expresarse con su propio lenguaje,
y que, finalmente, dentro de este lenguaje, encuentra la frescura
para convertirse en guardián de su prisión
en lugar de seguir siendo el prisionero.”



De "Apuntes sobre vestidos y ciudades", de Win Wenders, en El acto de ver, Paidós 2005.

16 octubre, 2008

Nota en adn

Entrevista de Alejandra Rey ver acá

15 octubre, 2008

Ballenas



Alfredo Hirsch mencionaba en el Ecocentro del Golfo Nuevo, en Madryn, la conjunción entre el mar y la escritura, la música, las expresiones artísticas en general. Lo que quise significar en la dedicatoria del premio lo expresa mejor este dibujo. Ver nota acá.

12 octubre, 2008

Premio Internacional Novela Letra Sur

No hay cómo agradecer. Pero gracias es palabra estrictamente cierta: a la gente del multimedios Jornada de Trelew (Walter, Marcelo, etc) a los amigos de El Ateneo (María Laura, Javier, Catalina, Marcos), al jurado, a cada uno de los periodistas que acompañaron (ver nota de Silvina Friera en Página 12 acá), a Alfredo y la gente de Fundación Ecocentro, al pueblo de Madryn, a todos y también muy en especial a las ballenas, que puntualmente se acercaron a la costa para poder observarnos (acá la paráfrasis).

05 octubre, 2008

Un león en la trinchera



Un león en la trinchera (Ediciones Al Arco) es la novela que cuenta la historia secreta de Bond, Frederick Bond, ese misterioso personaje que tanto tuvo que ver con la fundación del primer y glorioso equipo de Estudiantes de La Plata y con una batalla épica librada durante la Primera Guerra Mundial. La escribió Bañez, Facundo Bañez, nada que ver con el otro porque no lleva acento y es mucho, bastante, mejor. El libro se presentará el jueves 16 de octubre, a las 20 hs., en la sede del Club, 53 entre 7 y 8.

03 octubre, 2008

Porno duro

Importan más los autores que su obra. De un tiempo a esta parte la exégesis bibliográfica se ha trasladado a la vertiente biográfica en su versión más vulgar: revisitar. Dentro de esta tendencia, revisitar es verbo transitivo. Autores que revisitan a otros autores; un mercado editorial ávido de este prefijo que muda a los creadores en personajes. Un autor recientemente revisitado fue Julio Verne. Con motivo de los ciento ochenta años de su nacimiento, Verne en make-up fue de todo: misógino, homosexual, bisexual, masón, etc. No se privó de nada el creador de Viaje al centro de la Tierra. Cosas del periodismo cultural.
Ahora le llegó el turno a Kafka, no sea cosa. Una reciente biografía sobre el escritor revela que a los veinte años el buen Franz era aficionado al porno duro. La escribió James Hawes, experto en la figura del escritor nacido en Praga. En su frugal ensayo titulado Excavating Kafka (Escarbando en Kafka), Hawes asegura que el escritor era suscriptor habitual de revistas de fuerte contenido pornográfico. Pero el hombre va más allá en eso de escarbar entre las sábanas y asegura que el muchacho habría ocultado las revistas bajo llave en un pupitre para que nadie de la familia supiese su contenido. Y sí, no las iba a dejar a la vista.
La perspicacia del biógrafo no queda ahí. Nos revela asimismo que el autor de La metamorfosis estaba suscripto a las revistas “Amethyst” y “Opale”, ambas de carácter pornográfico para la época, pues contenían ilustraciones de fellatios, de 69’s, de mujeres con mujeres, de mujeres con perros, de hombres con hombres, de hombres con perros (funcionales sin duda, pues debían ser los mismos de las mujeres), y de partuzas a trochemoche. ¿Y qué creía el escarbador kafkiano, que la alegoría del moderno alienado había nacido de un repollo? Ya uno puede imaginárselo al joven K. muy temprano al borde de la cama devorando las páginas de “Opale”, en tanto, del otro lado, su padre golpeaba y golpeaba la puerta para hacerlo levantar. Así nació La metamorfosis, a las corridas. Pecador como las cucarachas.